Gracias a su composición de policarbonato, Mostiglass® ofrece una alta resistencia a los impactos.
Es una solución que proporciona protección robusta y eficaz contra actos de vandalismo, asegurando así la preservación de bienes e infraestructuras.
El termolacado es un proceso de recubrimiento de superficie que consiste en aplicar una capa de pintura en polvo sobre un sustrato metálico, seguido de una cocción a alta temperatura para fusionar y endurecer la pintura.
Este proceso confiere al material una resistencia mejorada y ofrece varios beneficios en términos de durabilidad y protección.
El termolacado crea una fuerte unión química entre la pintura en polvo y el sustrato metálico, asegurando una excelente adherencia.
Esto ayuda a evitar el desprendimiento o pelado de la pintura.
El revestimiento obtenido por termolacado ofrece una protección robusta contra las inclemencias del tiempo, incluyendo la lluvia, el sol, la nieve y el viento.
Protege el material de la corrosión, la oxidación y los daños relacionados con las condiciones climáticas.
El termolacado permite obtener un acabado liso y homogéneo, preservando el aspecto estético del material a largo plazo sin deslustre ni decoloración significativa.
Las pinturas en polvo utilizadas en el termolacado pueden formularse para estar libres de solventes, lo que reduce las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV), contribuyendo así a prácticas respetuosas con el medio ambiente.
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